Autor: Luis Beltrán

«Pásalo.»
Así terminaba el mensaje que recibí en torno a las tres de la tarde anunciando una concentración silenciosa por la verdad frente a la sede del PP en la calle Génova. Así comenzaba algo que con el paso de las horas iba difundiéndose minuto a minuto.

Por cada mensaje que la gente recibía, se enviaban diez, quince, veinte mensajes más. Hubo gente que recibió hasta diez mensajes de grupos de gente diferente: familia, trabajo, lugar de estudios, gente del colegio, del barrio, y esos mensajes se multiplicaron hasta el infinito, propagándose como las llamas de un incendio por efecto del viento.

A las seis de la tarde un despliegue policial protegía la sede del partido y sus efectivos pedían la documentación a todo manifestante que llegaba. Media hora después, sin embargo, la concurrencia de tantos madrileños sobrepasó la capacidad policial y una hora más tardela calle Génova era un hervidero de gente gritando de rabia y pidiendo explicaciones al gobierno de lanación.
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Dice Alba de Madrid:

Siento pena.
Por los que han muerto.
Por los que han matado.

Y siento miedo.
De la instrumentalización mediática y política inminentes.
De los dedos que han apuntado ya y seguirán apuntando a los presuntos culpables.
Del odio de los españoles y de Europa.
De las consecuencias.

Y siento miedo y pena porque no he escuchado ni un sola voz que haya sido capaz de decir “esto, es una consecuencia de ese mismo odio, de esos mismos dedos incriminatorios, de la inestabilidad, del miedo, de la crisis, de todas las crisis, de la situación en nuestro país y en el mundo.”

Tengo miedo de no haber oído ni una sola voz aun que haya dicho “esto, es el resultado de algo que va más allá de una lucha política o de un acto terrorista.”

Porque esto va más allá de los culpables, nos toca a todos…. porque ese odio lo tenemos todos dentro, y no hay culpables, hay responsabilidad colectiva.

Tengo miedo de que de este acto cruel y sanguinario se olviden las raices y se recuerden sòlo las imágenes.

Tengo miedo de que nadie diga “esto, ha sido también por mi culpa.”

Y sobre todo, tengo mucho miedo de que nadie diga, “un acto parecido yo también podré evitarlo. Por mi mismo, por los que tengo cercanos, por los que quiero, y por todos.”

Necesitamos combatir el odio, la inseguridad, el miedo, la crisis, la culpabilización inmediata e inútil, raíces de actos como este.

Necesitamos una sincera toma de conciencia, comprendiendo que somos todos responsables de lo que nos suceda a nosotros mismos y a los demás.

Mi repudio al atentado de Madrid, a la masacre en Irak, a las continuas bombas en Israel, a los sucesivos ataques sobre Palestinos, y a toda esta cadena de violencia irracional y fundamentalista que tan funcional le resulta al sistema.

No me gusta decir «PAZ», me suena a algo estático, me recuerda a la «PAX» romana, prefiero decir NO VIOLENCIA ACTIVA.