La Verdad Universal

Un mendigo sentado en la vereda. Sin pensar, saqué una moneda y se la puse en su gastada mano, casi sin mirarlo. De prontó me agarra el brazo con inusual fuerza. Me hace bajar hacia él y me dice:

Ya me tengo que ir de este mundo, sos la única persona que me prestó atención, te he elegido para transmitirte una Verdad, una Ley que nadie conoce en este mundo.

Cuando lo miro a los ojos, los veo transformarse en algo brillante, profundo, sabio… Oigo retumbar en mi cabeza el sonido de los tiempos, de engranajes gigantes, de infitas olas golpeando miríadas de granos de arena, y una frase parece iluminarme por dentro, como palabras grabadas en inmensos fuegos boreales afloran y dicen:

Continuar leyendo «La Verdad Universal»

Día del niño – Juguetes, aviones de papel y Momo

Mañana es el día del niño en Argentina. Así que un gran saludo para todos nosotros, los niños. Y si bien a veces se impone la compra de un Power Ranger, les aseguro que los chicos se van (nos vamos!!) a divertir mucho más con los avioncitos de papel.

(…) Y había una cosa más que Momo no acababa de entender. Había empezado hacía muy poco. Cada vez era más frecuente que los niños trajeran toda clase de juguetes con los que no se podía jugar de verdad, como, por ejemplo, un tanque de mando a distancia, que se podía hacer dar vueltas, pero que no servía para nada más. O un cohete espacial, que daba vueltas alrededor de una torre, pero con el que no se podía hacer nada más. O un pequeño robot, que se paseaba con los ojos encendidos y giraba la cabeza a uno y otro lado, pero que no se podía aprovechar para nada más.

Está claro que eran juguetes muy caros, como nunca los habían tenido los amigos de Momo, y no digamos la propia Momo. Sobre todo, esas cosas eran tan perfectas hasta el menor detalle, que uno no se podía imaginar nada. De modo que los niños se sentaban durante horas y miraban atengos y, al mismo tiemop aburridos, una de esas cosas que corría por ahí, daba vueltas o se paseaba, pero no se les ocurría nada. Por eso acababan volviendo a sus viejos juegos, para los que les bastaban un par de cajas, un mantel roto o un puñado de guijarros. Entonces podían imaginárselo todo. (…)

(Fragmento de la novela «Momo» de Michael Ende, si no la leyeron se las recomiendo mucho a grandes y chicos)

Tache lo que no corresponda.

Estimado Amigo/a:

Decidí escribirte esto especialmente a vos porque creo que sos mi mejor amigo/a. En este día tan especial (hoy en argentina es el día del amigo), no quise escribir un feliz día!! a toda mi libreta de contactos. Por eso es que me puse a escribirte estas líneas con un sentimiento especial en recuerdo con todos los buenos momentos que pasamos juntos/online (tache lo que no corresponda). En especial por ese día tan donde reímos/lloramos (tache lo que no corresponda) tanto. No puedo olvidar cuando me contaste que [estabas enamorado/a] de [mi/de otra/otro/loquesea] (tache lo que no corresponda) y yo [me hice el boludo/te felicité/te dije que eras un idiota] (tache lo que no corresponda). En fin… Feliz día amigo/a [__________]!!!!! (coloque su nombre allí).

(Esto es para todos aquellos que hacen envíos masivos del día del amigo y que igual los quiero :P ).

Paradojas I

Revisando papeles viejos encontré esta redacción que hice a los 15 años (1981):

Me acuerdo de ese día como si fuese hoy. El profesor dice —¡Al que no haga la redacción le pongo un uno!— Y luego nos propone el tema: «Por eso me llevé castellano de 3er. año». Podestá se ríe y dice: —me llevé castellano por la redacción!—. Pensar que yo reí también…
Me pareció buen tema para redactar y a la mañana siguiente la hice, creo que se trataba de que me la olvidé en casa y el profesor me puso un uno. Por ese uno me llevé Castellano de tercer año.

Estas líneas (ah, que tentación de corregirlas) textuales fueron la redacción que escribí apurado en el recreo antes de la clase de Castellano, al final del tercer trimestre y su nota (un nueve!) me salvó de que me aplacen en Castellano de 3er. año.